Los estadounidenses están utilizando la minería de bitcoin para calentar sus hogares durante el invierno.

Con la evolución tecnológica, la calefacción mediante minería de criptomonedas no solo es un concepto novedoso, sino que también anticipa un futuro donde el mundo digital y los sistemas energéticos físicos se fusionan a un ritmo acelerado.

Escrito por: Kevin Williams, CNBC

Traducción: AididiaoJP, Foresight News

Resumen

• Emprendedores están invirtiendo en prácticas que buscan convertir el calor generado durante la minería de criptomonedas en productos valiosos.
• El análisis de la correduría de activos digitales K33 muestra que el calor residual anual de la minería de bitcoin sería suficiente para satisfacer la demanda de calefacción de toda Finlandia, pero la mayor parte de este calor se libera directamente a la atmósfera.
• Esta situación ha dado lugar a nuevos productos, como calentadores de espacio que cuestan 900 dólares y que también funcionan como mineros de bitcoin. Sin embargo, los escépticos señalan que este incipiente mercado de calefacción con criptomonedas es ineficiente tanto para proporcionar calor como para controlar los costos energéticos.

Con la ola de frío que azota Estados Unidos, el gasto en electricidad se ha convertido en una consideración importante en el presupuesto familiar. Aunque la mayoría de los estadounidenses todavía dependen de métodos tradicionales de calefacción (aceite doméstico, gas natural y calentadores eléctricos), en algunos hogares la minería de criptomonedas se está convirtiendo en una fuente de calor. Según las previsiones de los pioneros de la industria de la calefacción con criptomonedas, este nuevo método de calefacción podría llegar a ser común en miles de hogares en el futuro.

El principio básico es el siguiente: la minería de criptomonedas genera una gran cantidad de calor, la mayor parte del cual finalmente se libera como desecho. Según datos de K33, la industria minera de bitcoin produce alrededor de 100 TWh de calor residual al año, suficiente para satisfacer la demanda de calefacción de toda Finlandia. En esta industria de alto consumo energético, este desperdicio de energía está impulsando a los emprendedores a explorar nuevas formas de aprovechar el calor residual, especialmente durante el invierno, para calentar hogares, oficinas y otros espacios.

Durante la ola de frío de este año, The New York Times probó el producto HeatTrio, que es tanto un calentador de espacio de 900 dólares como un minero de bitcoin. También hay usuarios que utilizan el calor generado por mineros domésticos de criptomonedas para calentar toda su vivienda.

Jill Ford, CEO de la empresa de minería sostenible de bitcoin Bitford Digital, con sede en Dallas, afirma: “He visto mineros de bitcoin funcionando silenciosamente en áticos, canalizando el calor a través del sistema de ventilación de la casa para compensar los costos de calefacción. Es una solución muy ingeniosa para aprovechar el calor residual”. Ella enfatiza: “Solo hace falta creatividad; aprovechar el calor residual de los mineros es un ejemplo típico de cómo los mineros de criptomonedas pueden convertirse en socios energéticos”.

Aunque este método no necesariamente ahorra directamente en la factura eléctrica, el beneficio económico específico depende de varios factores como el precio local de la electricidad y la potencia de cálculo del minero, pero es posible cubrir parte de los costos de calefacción con las ganancias de la minería.

Ford hizo un cálculo: “El costo de calefacción es similar al de los métodos tradicionales, pero el beneficio adicional es que se obtienen ingresos en bitcoin al mismo tiempo”.

Incluso los mineros antiguos pueden satisfacer la demanda. Los mineros individuales pueden unirse a pools de minería para compartir potencia de cálculo y obtener ingresos estables en proporción, cambiando así la ecuación de costo-beneficio.

Andrew Sobko, fundador de Argentum AI, que está construyendo un mercado de compartición de potencia de cálculo, analiza: “La teoría de usar la minería de criptomonedas o el cálculo de GPU para calentar viviendas es ingeniosa, porque casi toda la energía consumida en computación finalmente se convierte en calor”. Pero añade que este modelo es más viable en escenarios a gran escala, especialmente en edificios de alta densidad como centros de datos en regiones frías, donde la recuperación de calor residual a nivel industrial realmente muestra su potencial.

La clave de la implementación está en la coincidencia espacial, ya que el calor no puede transportarse por medios convencionales; es necesario instalar los dispositivos de computación en los lugares donde se necesita la fuente de calor, desde parques industriales hasta zonas residenciales, todos son escenarios potenciales de aplicación.

Sobko revela: “Estamos trabajando con socios para canalizar el calor computacional a sistemas de calefacción de edificios e incluso invernaderos agrícolas. Estos son los escenarios donde realmente se pueden lograr beneficios económicos y ambientales”. Lo describe gráficamente: “No se trata de transportar el calor, sino de hacer que el cálculo ocurra donde se necesita calor”.

Voces críticas: ¿Por qué la calefacción con criptomonedas no despega?

No faltan detractores.

Derek Mohr, profesor clínico asociado en la Simon Business School de la Universidad de Rochester, considera que las criptomonedas no son el futuro de la calefacción doméstica, e incluso las aplicaciones industriales tienen defectos.

Según su análisis, la minería de bitcoin ya está altamente especializada, y es casi imposible que una computadora doméstica o incluso una red doméstica logre minar un bloque, ya que las granjas mineras profesionales utilizan chips especialmente diseñados con una potencia de cálculo muy superior a la de los equipos domésticos.

“Hace diez años, la minería doméstica de bitcoin podía dar algunos frutos, pero esos tiempos ya pasaron”, afirma Mohr sin rodeos.

Él analiza los productos del mercado: “Los llamados dispositivos de calefacción de bitcoin son en esencia calentadores eléctricos comunes; usar tarifas eléctricas residenciales para calefacción no es eficiente en absoluto”. Destaca la contradicción central: “Aunque la minería de bitcoin genera mucho calor, para utilizar ese calor en el hogar, al final el consumo sigue siendo de la electricidad del usuario”.

Mohr también hizo un cálculo económico: mantener una computadora funcionando continuamente sí genera calor, pero la probabilidad de minar con éxito es mínima.

“En esencia, es una falsa premisa que aprovecha la percepción pública sobre el calor residual del bitcoin y las ganancias de la minería, creando la ilusión de que los individuos también pueden beneficiarse de ello”, concluye.

Un rayo de esperanza: el potencial de los mineros distribuidos

Sin embargo, los expertos señalan que, a medida que se popularicen los mineros independientes plug-and-play, este modelo podría mostrar viabilidad en más escenarios. Al menos, basándose en la característica de que “la minería siempre genera calor”, su doble beneficio merece un estudio más profundo.

Nikki Morris, directora ejecutiva del Ralph Lowe Energy Institute de Texas Christian University, explica: “La clave está en la captura y utilización del calor residual; ya sea para calefacción doméstica, preparación de agua caliente o incluso calefacción de piscinas, todo puede mejorar la eficiencia energética”.

Ella señala que la calefacción con criptomonedas aún está en una etapa incipiente y que existe una falta de conciencia pública. “Ahí radica el valor de la investigación. Nuestra universidad está colaborando con socios de la industria para construir sistemas tecnológicos y modelos de aplicación comercial”.

Morris enfatiza especialmente la ventaja única de las criptomonedas: “La minería produce activos digitales negociables, lo que equivale a crear un nuevo canal de ingresos para el consumo eléctrico”. Hace una analogía con los puntos de carga de vehículos eléctricos: “Imagine que los dispositivos de minería en un edificio de apartamentos producen simultáneamente criptomonedas y calor utilizable; esto abrirá una nueva ventana para la innovación en energía distribuida”.

Aunque aún es necesario superar desafíos como la optimización de la eficiencia, la complementariedad energética y la regulación política, Morris predice: “Con la evolución tecnológica, la calefacción con criptomonedas no solo es un concepto novedoso, sino que también anticipa un futuro donde el mundo digital y los sistemas energéticos físicos se fusionan a un ritmo acelerado”.

La verdad en la práctica: el experimento de calefacción en Idaho

El futuro de la calefacción con criptomonedas está tomando forma silenciosamente en la ciudad de Challis, Idaho. La empresa Softwarm de Cade Peterson combate el duro invierno utilizando el calor residual del bitcoin.

Varios comercios locales están probando los mineros de Softwarm para calefacción mediante minería. El lavadero de autos, camiones y vehículos recreativos TC solía gastar 25 dólares diarios en calentar el área de lavado para derretir la nieve y calentar el agua; el propietario comenta: “Los calentadores tradicionales solo consumen energía, ahora los ingresos generados por los mineros de bitcoin superan los costos de operación”. Una empresa industrial de concreto utiliza el calor residual de los mineros para calentar un tanque de agua de 2,500 galones, ahorrando mil dólares al mes.

Peterson lleva dos años y medio calentando su casa con mineros de bitcoin y está convencido de que el calor impulsará el futuro: “En un futuro cercano, los calentadores de agua que la gente compre vendrán con una interfaz de datos y el bitcoin se convertirá en una fuente de calor cotidiana”.