En un mundo cada vez más dominado por la inteligencia artificial (IA), surge una pregunta crucial: ¿cómo distinguir a los humanos de las máquinas? La respuesta llega de la mano de World, una red creada para que las personas puedan beneficiarse de la era de la IA.
Ahora, su espacio insignia, el más grande del mundo para la verificación de la humanidad, abrió sus puertas en Bogotá, Colombia. Este nuevo centro no solo busca certificar la identidad única de cada persona, sino también invitar a reflexionar sobre lo que significa ser humano en la era digital.
El reto de la IA: Bogotá abre el espacio más grande del mundo para verificar la humanidad
Ubicado en el icónico barrio San Patricio, en la Calle 109, y con una superficie de más de 500 m², el nuevo World Space ofrece una experiencia segura y presencial para verificar la humanidad, preservando al mismo tiempo la privacidad.
El centro fue diseñado para que cualquier persona pueda acercarse, conocer cómo funciona el proceso de verificación y obtener un World ID, una credencial digital que confirma la humanidad sin exponer datos personales.
Sobre este hecho, Carlos Ángel, gerente general de la Región Andina en Tools for Humanity, colaboradora del proyecto World, comentó: «Colombia es una potencia tecnológica en ascenso en América Latina, con Bogotá y Medellín a la cabeza».
Agregó: «los colombianos entienden lo que está en juego en la era digital. Quieren herramientas que combatan el fraude y garanticen la privacidad. Eso es lo que ofrece World, y este nuevo World Space ayuda a hacer realidad esa visión».
El preocupante avance de los bots: ¿quién es real en el mundo digital?
El creciente poder de la inteligencia artificial y los bots ha despertado una preocupación urgente: cada vez resulta más difícil diferenciar entre personas reales y máquinas en el entorno digital. Esta confusión ya impacta la vida cotidiana.
En los videojuegos, los jugadores dudan si interactúan con bots o humanos; en aplicaciones de citas, la autenticidad de los perfiles está en entredicho; y en la venta de entradas, los bots acaparan boletos, dejando a las personas sin acceso a espectáculos y eventos.
La apertura de este centro ocurre en un contexto de creciente alarma por el fraude en línea y la desinformación. Según una encuesta realizada por Cifras y Conceptos para Tools for Humanity:
En ese marco, Ángel añadió: «este espacio es más que un lugar para verificar tu World ID, es un centro de conversación e innovación. Desde hackatones y talleres hasta paneles de discusión y encuentros, está diseñado para reunir a desarrolladores y a la comunidad tecnológica».
Las operaciones en Colombia
En Colombia, este proyecto ya está presente en 10 ciudades, con un año de operaciones y más de tres millones de personas verificadas.
En total, la red cuenta con más de 26 millones de usuarios en 160 países y demuestra aplicaciones prácticas a través de alianzas estratégicas. Estas incluyen colaboraciones con Match Group para la verificación en Tinder, Razer en videojuegos, Visa en servicios financieros y múltiples plataformas de venta de entradas para eventos.
Estas integraciones son esenciales para garantizar la autenticidad en el mundo digital y reducir el impacto de los bots en las transacciones.
Orb: la respuesta a la identidad digital en la era de la IA
El centro de verificación sigue girando en torno al Orb, una cámara que confirma la unicidad de cada persona, manteniendo los datos biométricos privados y almacenados únicamente en el dispositivo del usuario. Una vez verificada la identidad, cada individuo recibe un World ID: una credencial digital de humanidad que protege la privacidad y se aloja de forma segura en la World App.
Colombia es uno de los países con mayor participación en la red de World. «El centro insignia de Bogotá marca el comienzo de la próxima evolución de los World Spaces. Esta nueva fase busca ofrecer un diseño experiencial mejorado, con exhibiciones interactivas, instalaciones educativas y principios arquitectónicos actualizados que den vida a la misión de World de manera tangible e inmersiva».
Me despido con esta frase de Yoshihisa Aida: «en la carrera entre la educación y la catástrofe, la inteligencia artificial podría ser el arma definitiva para la humanidad si aprendemos a controlarla».
