Escrito por: FinTax
Con el auge de la tecnología blockchain, las empresas mineras de criptomonedas se han convertido en un foco de inversión global. En esta fiebre del oro digital, Estados Unidos está emergiendo rápidamente como el epicentro absoluto de la minería de criptomonedas, gracias a sus ventajas inherentes: un entorno regulatorio favorable, bajos costos energéticos y una tendencia de manufactura local impulsada por factores geopolíticos. Según datos de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca, hasta 2022, Estados Unidos representaba más del 37,84% del poder de cómputo global de minería de bitcoin, ocupando el primer lugar mundial y atrayendo a decenas de empresas que cotizan en bolsa a establecerse en el sector. El mapa industrial de la minería de criptomonedas se está expandiendo a una velocidad sin precedentes.
Sin embargo, bajo este panorama próspero, las empresas mineras que operan en territorio estadounidense y venden directamente criptomonedas enfrentan una doble carga fiscal. Las criptomonedas obtenidas por minería deben declararse como ingreso al valor de mercado justo en el momento de su adquisición; y, al venderlas en el futuro, la ganancia respecto al valor original también está sujeta al impuesto sobre ganancias de capital. Esta carga fiscal acumulativa representa un peso considerable para las empresas mineras de criptomonedas. No obstante, mediante una adecuada planificación fiscal, las empresas pueden reducir de manera legal y razonable el monto de los impuestos, transformando la carga fiscal en una ventaja competitiva adicional.
1. Estados Unidos, Singapur y Hong Kong: Comparación de regímenes de impuesto a las ganancias de capital
Las políticas fiscales sobre criptomonedas varían según la jurisdicción. Estados Unidos considera a las criptomonedas como propiedad, por lo que su venta o intercambio está sujeta al impuesto sobre ganancias de capital. Las empresas (por defecto, tipo C) tributan las ganancias de capital a una tasa federal uniforme del 21%, mientras que los individuos aplican diferentes tasas según el tiempo de tenencia: para tenencias cortas (menos de un año), la tasa máxima es del 37% como ingreso ordinario; para tenencias largas (más de un año), la tasa preferencial es del 15% al 20%. Ya sea por ventas ocasionales, transacciones frecuentes o actividades comerciales, la ley fiscal estadounidense exige declarar y pagar impuestos siempre que haya una transacción gravable con ganancia. Este diseño de “impuesto sobre toda ganancia” genera una considerable presión fiscal para inversores y mineros de criptomonedas en Estados Unidos.
En comparación, las políticas de impuesto a las ganancias de capital en Singapur y Hong Kong son mucho más favorables. Actualmente, ambos territorios no gravan las ganancias de capital obtenidas por individuos o empresas a través de inversiones no recurrentes en criptomonedas. Esto significa que, siempre que las transacciones sean consideradas como inversiones de capital, los inversores no deben pagar impuestos sobre la apreciación de los activos, logrando así un beneficio de tasa cero para tenencias a largo plazo. Por supuesto, si la actividad del contribuyente se considera como comercio frecuente o actividad empresarial, entonces las ganancias están sujetas al impuesto sobre la renta empresarial (o personal). La autoridad fiscal de Singapur aplica una tasa de aproximadamente el 17% para empresas, y una tasa progresiva del 0% al 24% para individuos según el nivel de ingresos; en Hong Kong, las ganancias de transacciones frecuentes de criptomonedas tributan al 16,5% para empresas y al 15% para individuos. Aunque los operadores frecuentes siguen pagando impuestos, las tasas en Hong Kong y Singapur son claramente más competitivas que el 37% máximo para individuos o el 21% federal para empresas en Estados Unidos.
2. Utilizando Singapur: una opción para empresas mineras estadounidenses
Debido a las diferencias fiscales entre jurisdicciones, ha surgido una solución de planificación fiscal hecha a medida para empresas mineras de criptomonedas estadounidenses. Por ejemplo, una empresa minera de bitcoin en Estados Unidos puede establecer una estructura transfronteriza para reducir legalmente la carga fiscal sobre la apreciación de criptomonedas: la empresa puede crear una filial en Singapur, venderle los bitcoins minados a precio de mercado justo, y luego la filial los vende en el mercado global. Con esta estrategia de “primero interno, luego externo”, la empresa matriz estadounidense solo paga el impuesto sobre la renta empresarial por los bitcoins minados, mientras que la filial en Singapur, bajo ciertas condiciones, puede beneficiarse de la exención de impuesto a las ganancias de capital sobre la apreciación de los bitcoins que posee.
El efecto de ahorro fiscal de esta estructura es evidente. Dado que Singapur no grava la apreciación de activos de criptomonedas mantenidos a largo plazo, la filial en Singapur prácticamente no paga impuestos locales sobre la ganancia de la venta de bitcoin. En cambio, si la empresa estadounidense mantuviera los bitcoins hasta que aumenten de valor y los vendiera localmente, esa ganancia estaría sujeta a una tasa federal de hasta el 21% sobre ganancias de capital a largo plazo. Al trasladar la etapa de apreciación de los activos a una jurisdicción libre de impuesto a las ganancias de capital, la carga fiscal total de la empresa minera disminuye considerablemente, liberando más fondos para reinversión o distribución de dividendos, y ampliando así el margen de beneficio de la empresa.
3. Advertencia de riesgos: múltiples consideraciones en la planificación fiscal
Es importante destacar que toda planificación fiscal debe realizarse dentro de un marco legal y razonable. Para lograr los efectos fiscales mencionados, tanto la fijación de precios de las transacciones como la sustancia del negocio deben estar cuidadosamente organizadas para cumplir con los requisitos regulatorios de cada país. Por ejemplo, la ley fiscal estadounidense tiene estrictas normas de precios de transferencia para transacciones entre empresas relacionadas, exigiendo que todas las operaciones se realicen a precios de mercado justo, de lo contrario, se enfrentan a severas auditorías y sanciones fiscales. Por otro lado, la autoridad fiscal de Singapur evaluará la frecuencia y el propósito de las transacciones para determinar si las ganancias de la filial por la venta de bitcoin son ganancias de capital o ingresos comerciales. Solo las ganancias consideradas como inversión pueden beneficiarse de la exención fiscal. Por lo tanto, la implementación de esta estructura transfronteriza requiere el apoyo de instituciones profesionales para la planificación fiscal y el cumplimiento normativo, asegurando que la estrategia logre el objetivo de ahorro fiscal sin generar riesgos de incumplimiento.
4. Conclusión
Lo presentado en este artículo es solo una idea preliminar de planificación fiscal. En la práctica, el modelo de negocio de la empresa minera, la composición accionaria, la legislación estatal y los tratados fiscales internacionales, entre otros factores, influirán en el diseño de la solución óptima. La planificación fiscal no es una fórmula universal, sino que debe ser “hecha a medida” según la situación específica de cada empresa. El equipo de consultoría de FinTax ofrece soluciones integrales de cumplimiento fiscal y financiero, ayudando a las empresas a mejorar su nivel de cumplimiento y eficiencia financiera, con amplia experiencia en la gestión de complejos asuntos fiscales transfronterizos, sirviendo a numerosas empresas de criptomonedas que cotizan en bolsa en Estados Unidos y multinacionales. Si desea explorar y aplicar una solución fiscal adecuada para su caso, no dude en contactarnos.
