¿El próximo capítulo de Tesla: fusionarse con xAI?

Un gigante de la IA, que podría alcanzar una valuación de 8.5 trillones de dólares y que abarca tanto el mundo digital como el físico, está emergiendo.

Redactado por: Conejo de Silicio

En el mundo de la tecnología y el capital, algunos rumores comienzan como susurros en foros de entusiastas, luego fermentan en especulaciones de medios financieros y, finalmente, terminan en la agenda de los temas más serios de discusión de una manera imposible de ignorar.

La fusión entre Tesla y xAI, otra startup de IA de Elon Musk, es precisamente una de esas profecías que poco a poco se está volviendo realidad.

El domingo pasado, un tuit de Anthony Scaramucci, fundador de SkyBridge Capital, avivó aún más estas expectativas ya candentes. Dijo sin rodeos: a medida que Musk acelera la integración de la IA en su imperio empresarial, la fusión entre Tesla y xAI “se siente inevitable”.

No es un llamado aislado. Cuando se presentó formalmente una propuesta de accionistas instando a Tesla a invertir en xAI, y cuando JPMorgan descubrió una “cláusula de fusión” oculta en el nuevo paquete salarial de Musk, que podría valer hasta un trillón de dólares, todos se dieron cuenta: un gigante de la IA, que podría alcanzar una valuación de 8.5 trillones de dólares y que abarca tanto el mundo digital como el físico, está emergiendo.

¿Es esto una fantasía del capital o una jugada maestra de Musk? Hoy, Conejo de Silicio, junto a su equipo de expertos, analizará en profundidad la posibilidad de esta fusión del siglo y lo que significa para el futuro de la IA.

Integrar una estrella en ascenso valorada en decenas de miles de millones (xAI) en un gigante ya valorado en un trillón (Tesla) no es una decisión tomada a la ligera. Podemos ver claramente cómo este camino se ha ido pavimentando paso a paso a través de cuatro señales clave.

1. Una propuesta: de la voz popular a la agenda formal

Todo comenzó con Stephen Hawk, un accionista minorista de Tesla. Su propuesta formal sugiere que la empresa invierta en xAI y será sometida a votación en la asamblea anual de accionistas del 6 de noviembre.

Este paso, que parece insignificante, tiene un enorme valor simbólico. Marca la primera vez que la “unión de capital entre Tesla y xAI” pasa de ser un tema de discusión pública a formar parte de la agenda formal de gobernanza corporativa.

Como dijo el propio Hawk, su inspiración vino de las insinuaciones de Musk en redes sociales. Cree que “formalizar esta asociación es crucial para asegurar intereses comunes claros entre ambas partes”. Esto representa el sentir de los inversores más fieles: invertimos en Tesla porque apostamos por la visión de IA de Musk, y no queremos quedar fuera del éxito de xAI.

2. Paquete salarial de un trillón: la “cláusula de fusión” escondida en los detalles

Si la propuesta de los accionistas es un impulso “de abajo hacia arriba”, el nuevo paquete salarial a diez años de Musk es un diseño “de arriba hacia abajo”. Este paquete es considerado por bancos de inversión como JPMorgan como la “llave” para descifrar el misterio de la fusión.

El analista de Morgan Stanley, Adam Jonas, señaló agudamente que una cláusula adicional sobre adquisiciones es la clave para entender el asunto:

“Los objetivos de capitalización bursátil y EBITDA ajustado pueden modificarse para incluir adquisiciones de Tesla que se consideren de impacto significativo en el logro de los hitos”.

Traducido: si Tesla realiza una adquisición “significativa” (como xAI), los objetivos de desempeño de Musk pueden ajustarse en consecuencia.

La interpretación de Wall Street es directa: esto es una interfaz institucional flexible reservada para una futura fusión con xAI. Indica que esta potencial fusión ya está en la caja de herramientas estratégicas de largo plazo de Tesla, esperando el momento adecuado.

3. El 25% de control de Musk

Musk tampoco oculta su apertura a la fusión. No solo consulta abiertamente a sus seguidores en X, sino que también ha dicho a los inversores que “actuará según la voluntad de los accionistas”.

Detrás de esto está su profunda preocupación por el control de Tesla. Musk ha dejado claro en varias ocasiones que quiere poseer al menos el 25% de las acciones de Tesla para tener poder de veto en cualquier cambio de control. Sin embargo, aumentar su participación en el mercado secundario es extremadamente costoso.

Fusionar xAI resuelve perfectamente este problema. Musk posee una gran cantidad de acciones en xAI; si xAI es adquirida por Tesla, sus acciones de xAI se convertirán en nuevas acciones de Tesla. Así, puede aumentar significativamente su participación y responder a las preocupaciones de los inversores sobre su dispersión de energías, consolidando todos los negocios clave bajo el paraguas de Tesla. Mata dos pájaros de un tiro.

4. El entusiasmo de Wall Street

El mercado de capitales persigue historias con avidez. Cuando Gene Munster, un conocido analista de Deepwater Asset Management, proclamó que “la combinación de Tesla y xAI podría llevar la valuación de Tesla a 8.5 trillones de dólares”, Wall Street entero se encendió.

Esta visión implica una reevaluación fundamental del modelo de negocio de Tesla: dejaría de ser vista solo como una empresa de autos eléctricos o energía, para convertirse en una verdadera plataforma de inteligencia artificial integrada de hardware y software de extremo a extremo. Y una empresa así merece un “premium de valuación de IA” mucho mayor que el de la industria manufacturera.

El fervor del mercado debe basarse en una lógica comercial sólida. La fusión de Tesla y xAI es considerada una “pareja perfecta” porque cada una ocupa un extremo del mundo de la IA y son la pieza que la otra más necesita.

1. La última pieza del mapa

Musk ha enfatizado más de una vez que Tesla es una “empresa de inteligencia artificial del mundo real”. Su misión principal es lograr que la IA entienda e interactúe con el mundo físico. Esto se refleja en:

Conducción autónoma (FSD): Enseñar a los autos a ver, entender y tomar decisiones en entornos de tráfico físico complejos.

Robots humanoides (Optimus): Robots ejecutando tareas en fábricas, hogares y otros espacios físicos no estructurados.

Por su parte, xAI se enfoca en la “inteligencia artificial del mundo digital”. Su producto principal, el modelo de lenguaje Grok, busca entender y generar lenguaje humano, código y lógica.

Para portadores de hardware como Optimus, la capacidad de percepción y ejecución en el mundo físico es su “cuerpo”, mientras que la capacidad de razonamiento y cognición del modelo de lenguaje es su “alma”.

Solo cuando ambas se combinan profundamente, puede entender instrucciones complejas y descomponerlas en acciones. La fusión de Tesla y xAI busca crear precisamente ese “agente de inteligencia artificial general integrado de cuerpo y mente”.

2. El bucle cerrado definitivo: de “ver” a “entender”

La competencia en IA, en última instancia, es una competencia de datos. Tesla posee la mayor cantidad de datos de video de conducción real del mundo, y sigue creciendo exponencialmente; es el recurso más valioso para entrenar IA del mundo físico.

Pero estos datos se han utilizado principalmente para entrenar tareas de “percepción”, como identificar vehículos, peatones y líneas de carril. Tras la fusión con xAI, la poderosa capacidad multimodal de Grok puede etiquetar y “entender” estos datos de video a un nivel mucho más profundo, creando un ciclo de datos imbatible:

La flota de Tesla recolecta enormes cantidades de datos de video -> El modelo Grok los analiza y etiqueta lógicamente en la nube -> Se entrenan modelos FSD y Optimus más inteligentes -> Se despliegan en la flota y los robots, mejorando el rendimiento, lo que incentiva a más usuarios a generar datos de mayor calidad -> El ciclo se repite y evoluciona exponencialmente.

Una vez que este ciclo se pone en marcha, la barrera para los competidores será insuperable.

3. Integración profunda de hardware y software

El final de la carrera de modelos de IA será una competencia de integración vertical de hardware y software. No solo necesitas el mejor algoritmo, sino también chips y centros de datos diseñados a medida para tu algoritmo.

Tesla tiene su propio chip Dojo, xAI tiene el modelo Grok; tras la fusión, podrán optimizar desde el diseño del chip, la construcción de centros de datos, hasta el entrenamiento de modelos, convirtiendo cada watt de energía en potencia de cómputo efectiva.

De hecho, la colaboración entre ambas empresas ya está ocurriendo silenciosamente: Grok ya se ha integrado en algunos vehículos Tesla y prototipos de Optimus; y el centro de cómputo de xAI garantiza su suministro eléctrico estable gracias a las baterías industriales Megapack de Tesla Energy.

Cuando toda la lógica apunta a la fusión, la única pregunta que queda es: ¿cuándo y cómo?

Para los accionistas de Tesla, es una cuestión urgente. Ven cómo la valuación de xAI se dispara de decenas de miles de millones a buscar una nueva ronda de financiación de 200 mil millones de dólares, mientras que como inversores de Tesla, no pueden compartir directamente los mayores beneficios de esta revolución de IA. Sin duda, es una situación frustrante.

La fusión de Tesla y xAI no es simplemente un “juego de capital entre la mano izquierda y la derecha”. Es un paso inevitable en la estrategia de Musk para construir un imperio de integración vertical de IA sin precedentes, que abarca desde energía, chips personalizados, supercomputación, hasta algoritmos de punta, y que finalmente aterriza en autos y robots como portadores físicos.

La asamblea de accionistas del 6 de noviembre será un punto clave en esta gran historia. Sin importar el resultado de la votación, lo que estamos presenciando podría no ser solo la reestructuración de una empresa, sino el inicio de una nueva era de la IA.