Extranjeros como imagen, el negocio alternativo en el mundo cripto

Autor: Yanz, Deep Tide TechFlow

 

Durante el evento Bitcoin Asia en Hong Kong, el fundador de Binance, CZ, y Eric Trump, hijo de Trump, aparecieron uno tras otro... Esta conferencia debería haber pertenecido solo a la élite y a las grandes figuras del mundo cripto.

Sin embargo, el verdadero protagonista fue una remera blanca con cuatro caracteres chinos impresos: “老外站台” (“Extranjero en el escenario”).

La persona que la llevaba era de rostro occidental.

Cuando posó junto a Changpeng Zhao entre la multitud, las preguntas surgieron inmediatamente ante las cámaras:

¿Quién es él? ¿Y qué tipo de negocio es “extranjero en el escenario”?

Extranjeros en el mundo cripto

Este extranjero llamativo se llama Dane, fundador de la agencia cripto 4am global.

Tras graduarse en informática en la Universidad de Oxford, un viaje lo conectó con China, donde lleva ya trece años. En sus palabras: “Si no me gustara aquí, ya me habría ido hace mucho.”

Al igual que muchos graduados universitarios chinos, Dane también fue un “bei piao” (migrante en Beijing), trabajando como “vaca extranjera” en empresas tecnológicas y de internet en Beijing. Los años de vida allí no solo le dieron fluidez en chino, sino que también lo hicieron familiar con las costumbres chinas, e incluso se volvió fanático de series como “Empresses in the Palace” y “La tentación de volver a casa”.

El llamado “extranjero en el escenario” es un modelo de servicio especial en el mundo cripto: proporcionar representantes extranjeros para proyectos blockchain chinos, con el fin de mejorar su imagen internacional y credibilidad. En inglés, este tipo de servicio se llama White Monkey. Pero según Dane, esto va mucho más allá de una “cara blanca”; es un servicio completo que incluye packaging internacional, conexión de recursos y comunicación de mercado.

“Muchos piensan que solo hacemos el packaging de ‘extranjero en el escenario’, pero en realidad somos un equipo completamente extranjero, y el 80% de nuestros clientes provienen de proyectos de Europa y Estados Unidos”, dice.

El origen de este negocio se remonta a su experiencia en 2018, cuando representó personalmente a una blockchain pública china para hacer BD en el extranjero. A medida que profundizaba en la industria, Dane se dio cuenta de que: los proyectos chinos tienen fondos suficientes, buena tecnología y abundantes recursos en exchanges, pero carecen de imagen internacional, olfato de mercado y habilidades de comunicación intercultural.

Sumado a la regulación cada vez más estricta sobre la industria cripto en China —desde el cierre de exchanges en 2017 hasta la prohibición total de trading y minería en 2021— muchos fundadores prefieren no mostrarse en público, por lo que “buscar a un experto extranjero para hablar en nombre del proyecto” se volvió una necesidad.

Así nació el negocio de “extranjero en el escenario”. Dane recuerda que, en una conferencia en Hong Kong, varios proyectos chinos se le acercaron para solicitar sus servicios: “Al menos el 50% de los proyectos chinos tienen esta necesidad”, e incluso grandes exchanges lo invitaron a ser CEO.

“En ese momento me parecía absurdo, pero tras estudiarlo a fondo, descubrí que la demanda es razonable.”

White Monkey

No hay nada nuevo bajo el sol.

Hace diez años, en la época dorada del sector inmobiliario chino, ya era común el servicio de alquilar “caras occidentales”. El New York Times escribió entonces: “Llenar edificios remotos con rostros extranjeros, aunque sea solo por un día, basta para demostrar que es ‘internacional’.”

La marca de colchones DeRucci tejió la historia de “diseñador francés DeRucci desde 1868” usando la cara de un modelo británico, vendiendo colchones de mil yuanes por decenas de miles. No fue hasta antes de salir a bolsa que la CSRC reveló la verdad: solo era un contrato de derechos de imagen de 2009, y el supuesto linaje francés era falso.

Este tipo de packaging tiene un nombre fijo en Occidente: White Monkey.

Esta industria existe desde hace medio siglo: basta con ser blanco, no se necesitan habilidades, para aparecer en escenarios, oficinas o anuncios, interpretando el papel de “ejecutivo extranjero”, “vocero de la empresa” o “experto internacional”.

En el foro Reddit, muchos extranjeros comparten sus experiencias como White Monkey en Asia Oriental:

Como reportó The Spectator en 2022: “Hombres y mujeres blancos pueden ser contratados incluso como empleados de oficina, sin responsabilidades reales, solo para crear un ambiente internacional más sofisticado.”

Esta “economía del ambiente” también es popular en la industria cripto.

En 2017, muchos proyectos solo necesitaban un whitepaper para contar una historia y recaudar fondos. El equipo de Alex no solo escribía whitepapers, sino que también podía “conseguir actores extranjeros”. “En esa época, en la puerta de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing o la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing, bastaba con encontrar a cualquier estudiante blanco para hacerlo CEO y recaudar fácilmente decenas de miles de ethers”, recuerda aún con asombro esa época loca.

Incluso hubo casos en los que un equipo chino contrató a un modelo blanco de un club nocturno de Shanghái como CEO, pero el modelo terminó tomando el control del proyecto bajo el nombre de DAO, expulsando al equipo original. Con la ayuda de capital de Medio Oriente, el valor de mercado del proyecto llegó a 7 billones de dólares.

No solo los desconocidos.

En 2020, Steve Wozniak, cofundador de Apple, fue contratado por un equipo chino para lanzar la criptomoneda WOZX, que llegó a tener un valor de mercado de 1.1 billones de dólares, pero hoy solo vale 1 millón de dólares, prácticamente cero.

En 2025, el expresidente serbio Boris Tadić confirmó en la plataforma X que era CEO de una fundación de tokens; según fuentes, el equipo detrás del token está en Hong Kong.

En febrero de este año, el presidente argentino Milei se vio envuelto en un escándalo por compartir en redes sociales la promoción del token $LIBRA, y luego se desvinculó rápidamente. The Economist lo llamó “el primer gran escándalo de su mandato”.

Para Alex, el modelo de “extranjero en el escenario” sigue evolucionando.

Al principio solo era para fotos o videos, para engañar un poco, pero tras el estallido de la burbuja y con inversores minoristas menos fáciles de engañar, el modelo pasó a la fase 2.0: los verdaderos jefes siguen siendo chinos, pero los puestos de CEO y altos ejecutivos los ocupan extranjeros. Ya no son solo actores, al menos tienen habilidades de oratoria y BD (desarrollo de negocios), lo que aporta mayor respaldo de mercado. “Combinación de Oriente y Occidente, todos ganan dinero juntos.”

¿La razón? Alex lo dice claro: la presión regulatoria y de cumplimiento obliga a los fundadores a ocultarse, y por otro lado, está el filtro de los minoristas.

En China, Japón y Corea del Sur, la gente suele pensar que una cara occidental significa “internacional”, mientras que los proyectos locales son fácilmente etiquetados como “esquemas Ponzi” o “shitcoins”. Para muchos proyectos, sin una imagen internacional decente, es difícil conseguir inversión de VC o exchanges, y también el reconocimiento de los minoristas.

Bajo este filtro, Dane ha visto muchas situaciones absurdas: durante la pandemia, muchos esquemas Ponzi y shitcoins contrataban a cualquier estudiante extranjero como CEO para hacer giras de roadshow. En la siguiente ciudad, cambiaban a un nuevo “extranjero” como relevo.

“Un CEO por ciudad, es ridículo. Si el proyecto tiene sustancia, deberían buscar a un extranjero realmente competente”, afirma.

Al profundizar en el negocio, Dane descubrió que “extranjero en el escenario” es mucho más que contratar a un extranjero para una foto. Barreras idiomáticas, diferencias culturales, problemas de huso horario, mantenimiento de relaciones... Más que usar una foto o un portavoz, se necesita un intermediario profesional que gestione y coordine continuamente para sostener la supuesta internacionalización.

No es fácil ser intermediario

En el mundo cripto, ser “intermediario extranjero” es mucho más desafiante de lo que parece, dice Dane. Las barreras idiomáticas, diferencias culturales y de huso horario dificultan la comprensión directa entre equipos chinos y talentos extranjeros.

El primer paso siempre es “match de necesidades”. Algunos proyectos buscan expertos en DeFi o RWA, otros requieren que el candidato resida en un país o ciudad específica. Dane debe negociar constantemente entre ambas partes. “Algunas exigencias son razonables, otras son imposibles; cuando hay demasiadas condiciones, realmente no podemos ayudar.”

En tres años, Dane ha recorrido conferencias en todo el mundo, acumulando una gran red de contactos. En el 80% de los casos encuentra al candidato adecuado, pero el 20% restante suele terminar sin éxito. En teoría, podría limitarse a ser “headhunter” y retirarse tras la presentación, pero en la práctica, menos del 5% de los proyectos funcionan así. Para el 95% de los proyectos, el intermediario debe ser traductor, coordinador e incluso asistente de eventos.

“Si no se mantiene la comunicación, pronto surgen conflictos y las partes no quieren seguir colaborando. La diferencia cultural es el mayor desafío.”

Más allá de la intermediación, lo más importante es el mantenimiento de relaciones. Dane suele conversar periódicamente con talentos europeos y estadounidenses, abrir cuentas o reencontrarse en conferencias. “Muchos profesionales occidentales no necesitan dinero, lo importante es la relación. El servicio de ‘extranjero en el escenario’ se basa en mantener la confianza a largo plazo.”

Sin embargo, este negocio también ha generado problemas. Algunos revenden un “talento occidental” de 3,000 USD/mes por más de 10,000, y la triple diferencia hace que Dane sacuda la cabeza: “Creo que tarde o temprano arruinarán la reputación, pero no se puede negar que hay muchos así.”

Una remera, cuatro caracteres chinos, le han dado a Dane mucha atención y también muchas críticas “bruscas y descaradas”. Como el único del equipo que entiende chino, sus empleados ni siquiera comprenden el significado de “extranjero en el escenario”.

Pero es innegable que, en el contexto angloparlante, el negocio conocido como White Monkey tiene una demanda considerable. Incluso ha ayudado a proyectos chinos a conseguir 5 millones de dólares en financiación. Más que preocuparse por ofender con las palabras, le interesa captar la atención del mercado.

De cara al futuro, incluso planea expandir el negocio a empresas cotizadas Web2: “En las industrias tradicionales, esta demanda será aún mayor.”