Fecha: Vie, 26 de septiembre de 2025 | 03:10 PM GMT
El mercado de criptomonedas sigue luchando bajo una amplia corrección, con Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH) enfrentando caídas pronunciadas. Ethereum, en particular, ha retrocedido más de un 12%, cayendo por debajo del nivel de los $4,000. Esta debilidad se ha extendido a las principales altcoins, con ORDI (ORDI) también bajo fuerte presión.
En la última semana, ORDI ha perdido más del 18%. Pero lo que llama la atención no es solo la caída en sí, sino el hecho de que la moneda ahora está probando un nivel técnico crucial dentro de un patrón gráfico clave.

Triángulo simétrico en juego
En el gráfico diario, ORDI ha estado consolidándose dentro de un triángulo simétrico, un patrón neutral que a menudo acumula presión antes de una ruptura decisiva.
La reciente corrección ha arrastrado a ORDI hacia el límite inferior del triángulo, cerca de los $7.56, donde los compradores parecen estar defendiendo el soporte. Al momento de escribir, el token cotiza alrededor de $8.24, situándose justo por encima de esta línea de tendencia clave.

Este nivel ha funcionado como soporte dinámico durante varios meses, convirtiéndose en una zona decisiva para los alcistas que buscan mantener la estructura general intacta.
¿Qué sigue para ORDI?
Si los compradores logran mantenerse por encima del rango de $7.56–$8.00 y recuperan niveles por encima de la media móvil de 100 días en $9.06, el impulso podría volver a su favor. Un rebote desde aquí podría llevar a ORDI hacia la resistencia superior del triángulo, cerca de $9.84. Una ruptura por encima de esa zona confirmaría la continuación alcista, potencialmente preparando el escenario para un rally mayor.
Por otro lado, si ORDI cae de manera decisiva por debajo de los $7.50, se confirmaría una ruptura bajista del patrón. En ese caso, la moneda podría enfrentar pérdidas más profundas, con los vendedores apuntando a soportes inferiores y posiblemente desencadenando ventas impulsadas por el pánico.
Por ahora, ORDI se encuentra en una encrucijada: su triángulo simétrico prepara el terreno tanto para un fuerte rebote como para una nueva ola de presión bajista.