Circle, emisor prominente de la stablecoin USDC , está explorando un cambio radical en su diseño al considerar mecanismos que permitan revertir transacciones en casos de fraude o disputas.
Esta propuesta supone una ruptura con uno de los principios fundamentales del ecosistema cripto -la inmutabilidad de las transacciones- y parece pensada para acercar las stablecoins al sistema financiero tradicional (TradFi).
Heath Tarbert, presidente de Circle, ha planteado que esta reversibilidad debería coexistir con la finalidad de liquidación (settlement finality) para no comprometer la certeza de consumaciones legítimas.
Motivos de Circle: confianza y alineamiento con finanzas tradicionales
El argumento central de Circle es que la reversibilidad podría actuar como un mecanismo protector frente a pérdidas por hackeos, robos o fraudes, haciendo que usuarios e instituciones sientan mayor seguridad al operar con stablecoins. Tarbert ha sostenido que esta opción podría aumentar la confianza y acelerar la integración de USDC en pagos institucionales.
Para implementarla, Circle planea usar su nueva blockchain Arc, destinada a instituciones financieras. En lugar de revertir transacciones en la cadena base, la idea es establecer una capa de «contrapago» (reverse payment) que pueda actuar como reembolso cuando ambas partes estén de acuerdo o bajo ciertas condiciones.
Esto evita un cambio directo en la historia de la blockchain y mantiene el registro original intacto.
La reversibilidad se presenta como una propuesta híbrida: permitir cierta corrección cuando sea necesaria sin comprometer el principio de que la mayoría de las operaciones sean definitivas e inmediatas. Esta tensión entre capacidad correctiva y firmeza operativa es reconocida explícitamente por Tarbert.
Dilemas técnicos
Adoptar reversibilidad genera dilemas complejos. Internamente, Circle enfrentará la dificultad de definir criterios claros para cuándo una transacción debe revertirse: ¿fraude evidenciado?, ¿disputas legales?, ¿cualquier reclamo? Un sistema mal calibrado podría generar abusos o incertidumbre entre usuarios.
Desde el punto de vista de la comunidad, algunos defensores del ecosistema de las criptomonedas ven este intento como una traición al carácter descentralizado e irreversible de las cadenas de bloques. La idea de poder «deshacer» una operación erosiona parte del valor simbólico de la tecnología cripto.
Técnicamente, la implementación en Arc requiere mecanismos seguros, un protocolo de gobernanza robusto y una capa operativa que pueda coordinar la reversión solo cuando corresponda. También, mantener sincronía con otras redes y garantizar que los participantes acepten esos reembolsos sin debilitar la integridad del sistema.
Un paso audaz hacia la convergencia entre cripto y finanzas tradicionales
Lo que Circle propone no es trivial: romper con la «inmutabilidad» del cripto conlleva riesgos y controversias profundas. Pero el planteamiento indica que las stablecoins deben evolucionar para satisfacer las expectativas de seguridad y fiabilidad del mundo institucional.
Si Circle logra construir un modelo creíble de reversión que convenga tanto a usuarios como reguladores, USDC podría consolidarse como un puente más confiable entre cripto y finanzas reguladas. Pero si falla, podría encontrar rechazo por parte de la comunidad cripto y desconfianza regulatoria.
En cualquier caso, este experimento marca un momento clave en la evolución del diseño de activos digitales.
