Las autoridades de los Estados Unidos deben fortalecer el marco regulatorio para aumentar la confianza en las stablecoins o monedas estables. Así lo afirmó el gobernador de la Reserva Federal (Fed), Michael Barr, quien considera que estos activos tienen el potencial de ofrecer importantes beneficios al sistema financiero tradicional.
Durante 2025, las autoridades estadounidenses han redoblado sus esfuerzos para integrar las stablecoins en la economía nacional. Sin embargo, Barr estima que estos avances aún no alcanzan el nivel necesario para generar la confianza que permita su adopción plena.
En un discurso ofrecido este jueves, citado por Bloomberg, el funcionario señaló que las stablecoins «todavía no han alcanzado su máximo potencial». En ese sentido, subrayó que es necesario «un trabajo adicional para crear barreras de protección para los hogares, las empresas y el sistema financiero en su conjunto».
Actualmente, las stablecoins gozan de un nivel de aceptación mucho mayor que en años anteriores, cuando las instituciones financieras mostraban desconfianza hacia ellas. La aprobación de la Ley Genius y su conversión en ley federal este año marcó un hito importante, al establecer reglas básicas para su emisión y respaldo. No obstante, Barr considera que este paso, aunque fundamental, no es suficiente para consolidar la confianza en el sector.
El gobernador de la Fed reconoció la relevancia de la Ley Genius, calificándola como «un gran paso en la dirección correcta».
Los reguladores deben llenar vacíos para crear confianza en las stablecoins, según Barr
A pesar del avance que representa la Ley Genius, Barr sostiene que los reguladores deben acelerar su trabajo para cerrar los vacíos legales y operativos que aún persisten. Solo al hacerlo, dijo, se podrá garantizar una confianza sólida en las monedas estables y permitir una integración más fluida dentro del sistema financiero.
El funcionario advirtió que, una vez mitigados los posibles riesgos que afectan la seguridad de los hogares y las empresas, las stablecoins podrán desempeñar un papel más relevante en la economía. En particular, mencionó el riesgo de «corridas» como uno de los principales desafíos del sector.
Este temor se origina en el hecho de que la emisión de stablecoins está en manos de empresas privadas y no del Estado. Aunque dichas emisiones están reguladas y respaldadas por activos seguros, la quiebra de alguno de estos emisores podría desatar una pérdida de confianza generalizada, afectando al resto del mercado.
En un escenario de pánico, los emisores podrían verse forzados a liquidar masivamente sus tenencias en bonos del Tesoro para atender los reembolsos de los usuarios. De acuerdo con Barr, una corrida de este tipo, dependiendo de la magnitud del mercado, podría tener consecuencias graves tanto para el valor del dólar como para la estabilidad del sistema financiero global.
