De 40 mil dólares a un imperio de millones: cómo dos hermanos cambiaron su destino cazando en Uniswap

Agosto de 2020.

Mi hermano daba clases de IT en la universidad y yo acababa de terminar un contrato de 1,5 años como Product Manager en una compañía de seguros.

En ese momento, el mercado cripto llevaba varios años en baja y recién empezaba a recuperarse del colapso por COVID. Aprovechamos algunas oportunidades en Binance Launchpad, pero el valor total de nuestro portafolio apenas llegaba a 50 mil dólares.

Fue entonces cuando empezamos a escuchar sobre un nuevo protocolo llamado Uniswap. Algunos amigos estaban tradeando lo que llamaban "Shitcoin" ahí, y a menudo lograban multiplicar su inversión por 3 o 4 en cuestión de horas. No entendíamos nada de ese protocolo, pero intuíamos que era diferente a todo lo anterior.

Un amigo me habló de “sniping”. Dijo que cuando bZx lanzó su token en Uniswap, un bot ganó 500 mil dólares. ¡Parecía irreal! Mi hermano y yo quedamos boquiabiertos y queríamos saber cómo era posible.

Sin embargo, mi hermano no sabía nada de Solidity (un lenguaje de programación de smart contracts), y ni siquiera entendíamos bien cómo funcionaba la blockchain.

Primer intento de sniping

A fines de agosto, estábamos de vacaciones en España con la familia. Mi hermano había empezado a estudiar Solidity unos días antes porque queríamos probar el sniping en Uniswap.

Un nuevo token estaba por salir: $YMPL. Parecía que había bastante hype. Armamos un sistema de sniping e invitamos a algunos amigos a juntar fondos. Al fin y al cabo, éramos novatos y no queríamos asumir todo el riesgo solos.

Invertimos 50 ETH (unos 20 mil dólares en ese momento). Cuando salió $YMPL, logramos comprar el 8% de la oferta inicial. Después, entré a Uniswap y vendí rápidamente en 30 minutos.

¿El resultado? 60 ETH (unos 30 mil dólares). Hay que tener en cuenta que nuestro portafolio entero antes de eso no llegaba a 50 mil dólares. Nos emocionamos muchísimo, sentíamos que era “dinero caído del cielo”.

Queríamos más.

Dos días después, fuimos por otro token: $VIDYA. Esta vez teníamos más fondos gracias a la ganancia anterior y mucha confianza tras el primer éxito. Invertimos 165 ETH y en 15 minutos ganamos 159 ETH. Mejor que la vez anterior.

Cuatro días después, otra oportunidad de sniping. Invertimos 460 ETH y obtuvimos una ganancia de 353 ETH, unos 135 mil dólares. Fue la primera vez que ganamos seis cifras, y todo en menos de una hora. La sensación fue increíble.

El hype de Uniswap subía rápido, el volumen de trading explotaba y cada vez más crypto degens entraban al mercado. Todo parecía demasiado fácil, pero sabíamos que esas oportunidades no durarían mucho. Teníamos que ir más allá y entender cómo funcionaba realmente el sniping.

Cómo funciona el sniping

Para listar un token en Uniswap, el equipo debe agregar liquidez a un liquidity pool. En nuestros primeros snipings, esperábamos a que la transacción de “Add-Liquidity” apareciera en la blockchain y recién ahí enviábamos la orden de compra, pero eso solía hacernos llegar un bloque tarde.

Sin embargo, algunos competidores lograban comprar en el mismo bloque en que se agregaba la liquidez.

Investigando, descubrimos que, ejecutando un nodo de Ethereum, podíamos monitorear el mempool público y ver las transacciones pendientes antes de que se confirmaran en la blockchain.

Desde septiembre, nuestra estrategia de sniping se volvió mucho más eficiente:

1. Monitorear el mempool para detectar transacciones pendientes de “Add-Liquidity”.
2. Enviar inmediatamente la orden de compra, usando el mismo gas price que la transacción de liquidez.
3. El objetivo era comprar en el mismo bloque en que se agregaba la liquidez.

Este método nos dio ventaja y facilitó mucho nuestro camino en el sniping.

Una nueva era de sniping en Ethereum

Mediados de septiembre de 2020.

Llevábamos diez días sin que saliera ningún token nuevo, lo que nos dio la oportunidad perfecta para mejorar nuestro bot de sniping. Ahora estábamos listos.

Pero también surgieron nuevos desafíos. Las vacaciones terminaron y mi hermano seguía dando clases de IT en la universidad. A veces, las oportunidades de sniping surgían mientras él estaba en clase.

Por suerte, por la pandemia de COVID, todo era online. Cuando un token estaba por salir, les decía a los alumnos: “Chicos, investiguen por su cuenta diez minutos”. Así se hacía un tiempo para gestionar el sniping.

El siguiente objetivo era $CHADS. Estábamos súper preparados y planeábamos invertir 200 ETH. Sabíamos que esta oportunidad era especial porque el hype del mercado era enorme.

Mi hermano y yo estábamos en llamada, los nervios al máximo, la presión altísima.

Él fue el primero en ver la transacción de “Add-Liquidity” en el terminal. Cuando el bot detectó la transacción, dijo con tono serio: “Ça part.” (Somos franceses, significa “¡Arranca!”)

Esa frase quedó grabada en mi memoria. Cada vez que empezaba un sniping, la decía con el mismo tono, y la adrenalina se disparaba.

Al escucharla, yo refrescaba Etherscan como loco, esperando ver nuestro saldo de ETH en cero, lo que significaba que habíamos entrado con éxito.

Lo logramos, invertimos 200 ETH y el gráfico se volvió loco. Mi tarea era vender manualmente en Uniswap por partes.

La ganancia con $CHADS fue increíble. Tenía las manos sudadas, me temblaban, totalmente metido en la operación, solo pensaba en vender por lotes y asegurar la mayor ganancia posible.

Al final, terminamos con una ganancia de 675 ETH (unos 270 mil dólares). La sensación fue inigualable, pero el estrés y la adrenalina nos dejaron agotados.

No hubo tiempo para descansar. Tres días después, fuimos por $FRONTIER, mismo proceso y presión. Esta vez ganamos 800 ETH.

Dos días después, $LINA, ganancia neta de 80 ETH. Un día más tarde, $CHARTEX, ganancia de 700 ETH.

En solo seis días, sumamos 2300 ETH de ganancia (varios millones de dólares en ese momento). Un mes antes, llevábamos años remando en el mercado cripto y nunca habíamos pasado los 100 mil dólares.

El 18 de septiembre llegó una sorpresa: el airdrop de Uniswap. Cualquier dirección que hubiera interactuado con Uniswap recibía una recompensa.

Como en las semanas previas habíamos hecho muchas pruebas, teníamos un montón de wallets elegibles. Cada wallet recibió un airdrop de unos 20 mil dólares. Recuerdo a mi hermano revisando cada wallet y sacando una ganancia total de seis cifras.

El último sniping del mes fue $POLS, el token de Polkastarter, que más tarde ese año se convertiría en el GOAT de los Launchpads.

Mejoras en smart contracts e infraestructura

Era hora de actualizar nuestro bot de sniping.

En el primer mes de sniping, pusimos un límite de compra: con X ETH, queríamos al menos Y cantidad de tokens. Pero este sistema requería hacer compras por partes, sobre todo porque casi nunca sabíamos cuánta liquidez pondría el equipo.

Por ejemplo:

Si el equipo solo agregaba 20 ETH de liquidez y nosotros intentábamos comprar con 200 ETH, nuestro límite de precio probablemente no funcionaría.

Mi hermano diseñó un sistema nuevo: por cada 1 ETH, queríamos al menos Y tokens, y compraríamos la mayor cantidad posible hasta llegar a ese límite. Fuimos de los primeros en implementar este sistema.

Tuvimos otro problema: nunca sabíamos si el equipo agregaría liquidez con ETH, USDT o USDC. Para solucionarlo, mi hermano creó un smart contract que podía comprar sin importar el par de lanzamiento.

En el sniping de $CHADS, aunque ganamos mucho, no fuimos los más rápidos. Así que decidimos mejorar la velocidad del bot.

Desplegamos nodos de Ethereum en varias regiones y los pusimos a competir por la velocidad de sniping en la misma transacción. Pronto descubrimos que el nodo en North Virginia siempre era el más rápido.

Eso nos convenció de que North Virginia era el mejor lugar para correr el servidor de sniping. Investigando más, confirmamos la hipótesis:

En ese momento, casi todos los usuarios operaban con MetaMask, que enviaba las transacciones de “Add-Liquidity” al endpoint público de Infura, cuyos servidores estaban en North Virginia. Además, la mayor parte de la infraestructura de Ethereum estaba concentrada ahí.

Por eso, AWS North Virginia era la mejor configuración para sniping, con la mayor competitividad y menor latencia.

También armamos un proceso eficiente de sniping, especialmente para shitcoins:

1. Encontrar la shitcoin objetivo: Normalmente éramos 10-15 amigos cripto buscando nuevos tokens con hype. Si eras el primero en encontrar uno, podías participar con el 15% del sniping (y asumir el riesgo). Algunos amigos ganaron entre 300 mil y 700 mil dólares solo encontrando shitcoins para sniping.
2. Identificar el DEX de lanzamiento: Por ejemplo, Uniswap, Sushiswap, etc.
3. Confirmar el par de lanzamiento: ETH, USDT o USDC.
4. Encontrar la wallet que hará el lanzamiento: Se hacía con análisis on-chain.
5. Desplegar el smart contract de sniping: Configurar parámetros, tamaño de la operación y límites de compra.
6. Vender rápido tras el lanzamiento: Normalmente en 30 minutos, porque la mayoría de los tokens eran “basura”.

La era de Polkastarter

De octubre a principios de diciembre, el mercado estuvo casi parado. Salían pocos tokens nuevos y pensamos que la época dorada del sniping podía haber terminado. Ya teníamos una buena reserva de ETH y con solo holdear estábamos contentos, la vida era tranquila.

Pero en diciembre, el mercado de altcoins volvió con fuerza. Nuevos proyectos en Uniswap y un nuevo launchpad: Polkastarter.

La primera venta de tokens en Polkastarter fue SpiderDAO. Aunque el límite de compra por wallet era de 2,5 ETH, mi hermano descubrió que esa restricción solo existía en la UI, y que operando directo con el smart contract se podía evitar. Así que enviamos varias transacciones grandes y logramos comprar el 50% de la venta. Además, hicimos sniping cuando SpiderDAO salió al mercado. En esa jugada, ganamos 500 mil dólares. ¡Estábamos de vuelta!

Este ejemplo muestra bien cómo es el ecosistema cripto: la mayoría de los equipos son amateurs y no tienen idea de lo que hacen. Para nosotros, era una oportunidad de oro. Encontrábamos bugs y actuábamos rápido para aprovecharlos al máximo.

Al mismo tiempo, algunos proyectos DeFi empezaron a lanzar activos sintéticos y, haciendo arbitraje, ganamos otros 600 mil dólares.

Diciembre fue un punto de inflexión. Mi hermano decidió renunciar a su trabajo de profesor y dedicarse de lleno al sniping.

En enero, nos mudamos a Dubái y empezamos a vivir del sniping a tiempo completo.

Nuestra mentalidad era simple: si había una oportunidad, la tomábamos. Incluso si la ganancia era “solo” de 10 mil dólares, la hacíamos igual. Sabíamos que esa ventana de oportunidades no iba a durar para siempre y no queríamos perder ni una sola chance.

En enero, tuvimos varias victorias más, como $PAID y $PHOON, sumando 3 millones de dólares.

La mayoría de las ganancias las manteníamos en ETH, que además subía como loco. Desde los 200 dólares cuando empezamos a hacer sniping, hasta 1400 dólares a fines de enero, en solo cinco meses el valor de ETH se multiplicó por siete.

Medidas anti-sniping

Desde febrero de 2021, notamos que cada vez más equipos implementaban medidas anti-sniping al lanzar sus tokens. La gente empezó a cansarse de los “snipers” (con razón, jaja), así que pusieron restricciones para combatirlos.

Primera barrera: límite de compra

En los primeros minutos del lanzamiento, solo podías comprar X cantidad de tokens. Para esto, mi hermano diseñó el primer smart contract de sniping con función de loop. En una sola transacción (tx), podíamos comprar la mayor parte posible de la oferta, comprando el máximo permitido en cada loop.

Con este smart contract, mantuvimos el control porque la mayoría de los bots de la competencia no tenían esa función.

Una de nuestras mayores ventajas era la innovación en smart contracts. Cada vez que salía una nueva medida anti-sniping, mi hermano encontraba la forma de romperla. De hecho, hasta nos gustaban esas medidas porque reducían la competencia y nos beneficiaban.

Segunda barrera: límite de compra por wallet

Para sortear el límite por wallet, mi hermano diseñó un smart contract con función “subordinada”. El contrato principal llamaba a un nuevo smart contract para cada compra, así evitábamos el límite por wallet.

Estas funciones innovadoras fueron clave en los meses siguientes, especialmente durante el boom de Binance Smart Chain (BSC) y la aparición de miles de Mooncoins. Gracias a estas herramientas, seguimos liderando el sniping.

El pico de Polkastarter

Desde febrero de 2021, empezó la época dorada de Polkastarter. Cada token que se lanzaba ahí generaba un hype enorme y casi siempre daba oportunidades de ganar siete cifras con sniping.

Pero la competencia se puso feroz. Seguíamos ganando bien, pero la cantidad de snipers en el mercado creció muchísimo y la tensión aumentó.

Para enfrentar la competencia, diseñamos una nueva función: el “Suicide Snipe”.

La idea era simple: notamos que muchos degens intentaban hacer sniping en tokens sin límite de compra. Así que nuestra función de “Suicide Snipe” enviaba una compra extra (sin límite) y vendía automáticamente después de 4 bloques, sacando ganancia de los snipers que venían después.

No era una estrategia que cambiara la vida, pero a menudo nos daba entre 50 y 150 ETH de ganancia.

Con el tiempo, la competencia se volvió salvaje. Un sniper llamado 0x887 se convirtió en nuestro mayor rival, mucho más rápido que los demás.

Para alcanzarlo, invertimos mucho tiempo y esfuerzo en optimizar nuestro bot. Probamos nodos de Ethereum personalizados para reducir la latencia al máximo. Día tras día testeando y mejorando, pero nunca logramos igualar su velocidad.

A mediados de febrero de 2021, mi hermano y yo nos mudamos a Dubái y vivimos en el mismo edificio. Era la primera vez en seis años que estábamos en la misma ciudad. Fue genial, nos dedicamos de lleno al sniping, buscando nuevas oportunidades y desarrollando nuevas herramientas.

Aunque la competencia en Ethereum era brutal, seguíamos ganando bien, pero sabíamos que no iba a durar para siempre.

Escuchamos que el ecosistema de BSC estaba explotando y algunos tokens rendían muy bien. Así que compramos mucho $BNB cuando estaba a unos 80 dólares, porque lo necesitábamos para hacer sniping ahí.

El 16 de febrero, nuestro primer sniping en BSC fue con un shitcoin llamado $BRY. No sabíamos casi nada de las reglas ni la competencia en BSC, pero era el momento de explorar.

Invertimos 200 BNB, vendimos todo en 30 minutos y ganamos 800 BNB, unos 80 mil dólares. Era menos que en Ethereum, pero vimos el potencial de BSC.

En el segundo sniping, elegimos $MATTER. Invertimos 75 BNB y vendimos por 2100 BNB. ¡Dios! ¡+2000 BNB de ganancia! Además, el precio de $BNB seguía subiendo y a fin de mes ya estaba en 240 dólares. Lo mejor era que el top sniper 0x887 no se interesaba por BSC, así que para nosotros era “dinero gratis”. Decidimos ir a fondo y aprovechar cada oportunidad.

Marzo fue nuestro mejor mes. En Ethereum ganamos varios millones y en BSC fue una locura. Especialmente con $KPAD, donde ganamos 8300 BNB en una sola operación y 15000 BNB en todo el mes.

Todavía recuerdo $KPAD, nuestra mayor victoria hasta ahora.

Estaba en mi departamento en Dubái, sabía que ese lanzamiento tenía mucho hype y que el mercado iba a explotar. Estaba tan nervioso que transpiraba, dudando si podríamos conseguir suficiente. Cuando salió el token, BSCscan colapsó y revisé el saldo en Pancakeswap: teníamos un montón de $KPAD.

“¡La puta madre!” Entré en modo túnel. Desde ese momento, me concentré solo en el sniping en mi MacBook. Vendiendo apenas el 1% de los tokens ya era una fortuna. Estaba tan enfocado que me temblaban las manos. En una hora, ganamos 2 millones de dólares.

Cinco días después, un token llamado $COOK se lanzó en varias cadenas. Le dije a mi hermano que debíamos enfocarnos en HECO porque habría poca competencia. Cuando salió en HECO, compramos 550 BNB y los puenteamos a BSC, mientras los demás ni siquiera podían tradear en BSC. Vendimos al máximo y ganamos 3000 BNB. ¡Fue una locura!

A fin de marzo, $BNB ya valía 300 dólares. La temporada loca de BSC nos trajo una fortuna y recién empezaba.

Infraestructura y mejoras en BSC

A principios de abril de 2021, el mercado se calmó un poco. Decidimos aprovechar para ir a Maldivas a relajarnos. Pero apenas llegamos, nos enteramos de que iban a salir varios shitcoins muy esperados en BSC. Sabíamos que teníamos que prepararnos.

Decidimos testear la velocidad de trading en BSC. En ese momento, BSC funcionaba diferente a Ethereum. En Ethereum, había que detectar rápido la transacción de “Add Liquidity” y mandar la propia a otros nodos.

Pero en BSC, descubrimos semanas antes que el orden de las transacciones dentro de un bloque era aleatorio. Si detectabas una transacción pendiente y mandabas la tuya, podía quedar antes que la de “Add Liquidity” y fallar.

Para manejar esa aleatoriedad, armamos 10 nodos en AWS en todo el mundo, cada uno enviando 50 transacciones para sniping en pruebas aleatorias. Tras 20 rondas de pruebas, analizamos las transacciones en el mismo bloque que “Add Liquidity” y sacamos estas conclusiones:

1. Mejores ubicaciones de nodos: North Virginia, Frankfurt y a veces Tokio.
2. Límite de transacciones por nodo: Las primeras 5-15 transacciones de cada nodo tenían más chances de entrar en el bloque correcto.
3. Impacto del rendimiento del servidor: Los servidores más caros de AWS lograban incluir más transacciones en el bloque correcto.

Con estos resultados, armamos una infraestructura de BSC con 150-200 nodos para la siguiente ronda de sniping. Cada nodo enviaba 10 transacciones para maximizar las chances de éxito.

Mantener esa infraestructura costaba entre 40 y 60 mil dólares por mes en AWS. Aunque era caro, nos daba una ventaja enorme en el mercado de sniping de BSC.

Para nosotros, operar esa infraestructura era un desafío. Mi hermano tenía que iniciar los nodos uno por uno en 150 terminales. Recuerden, no teníamos empleados ni nadie que ayudara, solo nosotros dos.

Pero teníamos una ventaja única en BSC: mucha experiencia en sniping en Ethereum y la voluntad de invertir fuerte en infraestructura. Eso ponía una barrera alta para los snipers pequeños y consolidaba nuestro liderazgo.

La era de las altcoins en BSC

Ahora, toda nuestra atención estaba en BSC. A veces hacíamos seis snipings por día, casi sin tiempo para vivir, solo sniping de shitcoins. El tiempo era nuestro enemigo, la mayor parte de la energía se iba en preparar el próximo sniping y no había tiempo para optimizar nada.

Recuerdo muchos snipings, especialmente $PINKM (Pinkmoon). Ahí usamos 120 wallets porque había límite de compra y en solo dos horas ganamos 3 millones de dólares. Al día siguiente, me compré un Aventador SV.

En mayo de 2021, dos Launchpads se pusieron de moda en BSC. Permitían a cualquiera lanzar un token. Mi hermano fue el primero en diseñar y desarrollar un smart contract que podía lanzar y comprar el token en la misma transacción.

Hoy parece normal, pero en ese momento nadie lo hacía. Recuerdo una semana en que esos Launchpads estaban en auge y snipíamos todos los proyectos, ganando siete cifras por día.

Una vez, estaba cenando con amigos en el restaurante Nammos y mi hermano me mandó un mensaje diciendo que iba a snipiar un proyecto. Cuando volví a casa, teníamos un millón de dólares más.

A fines de mayo de 2021, el hype de BSC empezó a bajar. Decidimos vender la mayor parte de nuestro $BNB cuando estaba a unos 450 dólares.

En junio hicimos algunos snipings más, pero el mercado ya estaba débil y el sentimiento se volvía bajista.

El final de la era del sniping fue un alivio. Estábamos agotados y necesitábamos descansar.

Ese verano planeamos viajar por el mundo y por fin disfrutar la vida.

La ganancia inesperada de EVN

En agosto de 2021, estábamos disfrutando el verano, casi sin prestar atención al mundo cripto, solo haciendo lo básico. De casualidad, descubrimos que una wallet en blacklist todavía tenía $EVN que no podíamos vender.

Increíblemente, el precio de $EVN estaba subiendo como loco y el valor de esos tokens en la wallet era de unos 1 millón de dólares (sin contar el slippage, solo lo que mostraba Etherscan). De hecho, teníamos más de 20 wallets en blacklist.

Decidimos probar vendiendo una pequeña cantidad en Uniswap, unos 200 dólares, ¡y funcionó! Nos sorprendimos: “¿Qué onda? ¿Quizás podemos vender un poco en cada wallet y ganar unos miles?”

Seguimos probando en la misma wallet, vendimos 2000 dólares y también funcionó. Ahí nos dimos cuenta de que podía ser una tarde muy interesante.

Entonces, nos animamos a vender todos los tokens de esa wallet de una sola vez. Esa transacción nos dio 233 ETH, cuando la inversión inicial había sido solo 2,5 ETH.

La adrenalina se disparó y empezamos a operar rápido con las otras wallets en blacklist, vendiendo en Uniswap lo más rápido posible. Lo raro era que algunas wallets seguían en blacklist y otras estaban “whitelisteadas”. No teníamos idea de por qué, pero seguimos adelante.

En 15 minutos de ventas frenéticas, transferimos todas las ganancias a la cold wallet. Esperábamos ganar entre 2 y 3 millones de dólares, pero el resultado nos sorprendió: ¡6 millones de dólares! Esa fortuna inesperada cayó en una tarde cualquiera de verano.

Ese mismo mes, vendimos mucho ETH ganado con sniping cuando el precio superó los 3000 dólares. Sentimos que era momento de asegurar ganancias y prepararnos para una vida más libre.

Todo esto fue un misterio, todavía no sabemos por qué algunas wallets en blacklist se “whitelistearon”. Pero sin dudas, ese verano fue inolvidable gracias a esa ganancia inesperada.

Conclusión

Ese año fue probablemente el más loco de nuestras vidas. Empezamos con solo 40 mil dólares, sin saber casi nada de blockchain ni de Solidity.

Al final, hicimos sniping de más de 200 altcoins en más de 10 blockchains distintas. Haber vivido todo esto con mi hermano fue una suerte y un privilegio inigualable.

Ese año vivimos emociones indescriptibles y subidones de adrenalina.

Gracias por llegar hasta acá.

¡Te deseo mucha suerte en tu propio viaje!

——CBB