El Banco de Inglaterra (BoE) parece cambiar sustancialmente su aproximación hacia las denominadas monedas estables al adoptar una posición mucho más flexible. En ese sentido, este lunes la agencia hizo un anuncio de solicitudes mucho más suaves para los emisores de stablecoins. Estas compañías podrán invertir hasta un 60% de sus activos en deuda gubernamental.
En el documento de consulta , el banco central inglés reconoce implícitamente la importancia de estos activos para el sistema financiero local y global. De allí que vean necesario bajar la presión con una serie de normativas mucho menos estrictas frente a las empresas emisoras de estos tokens.
Sin embargo, esta suavización, por una parte, se compensa con medidas no tan amistosas que limitan la cantidad de monedas que pueden poseer empresas e individuos. Esta última medida contrasta con las regulaciones aplicadas por las autoridades de la Unión Europea (UE). Cabe destacar que esta medida de límites a la posesión de tokens estables será temporal, según el citado documento.
En el caso de los particulares, estos no podrán poseer más de 20.000 libras esterlinas en monedas estables. Por su parte, las empresas tendrán un límite de 10 millones de libras. A pesar de que las autoridades mantienen un férreo control con estas normativas, las mismas son un avance con respecto a lineamientos anteriores.
La propuesta previa obligaba a los emisores de stablecoins a mantener el 100% de sus activos de respaldo en cuentas del BoE y sin intereses. Estas medidas fueron ampliamente criticadas por parte de las empresas y la comunidad cripto. Tal rechazo parece que tuvo algunos efectos en la decisión de las autoridades inglesas.
Los emisores de stablecoins tienen menos restricciones en el Reino Unido
La propuesta previa, según los críticos, se constituía como un asesinato del sector de monedas estables, dado que anulaba la posibilidad de adopción masiva. Al estar resguardadas en cuentas del banco central sin intereses, los inversores no estarían interesados en adquirir tokens que no les dieran rendimientos.
Con los nuevos lineamientos del banco central, el 40% de los activos estará bajo su resguardo, cifra que sigue siendo enorme. Mientras tanto, el 60% podrá gestionarse en compra de deuda para generar intereses. Esto implica que los rendimientos para los inversores serán particularmente limitados, pero de cualquier manera esto es mejor en comparación a no tener rendimientos en absoluto.
La postura del BoE sobre las criptomonedas en general y ahora sobre las stablecoins y los emisores de estos tokens siempre fue hostil. De hecho, es la misma insistencia de los consumidores y la dinámica de la innovación en el mercado lo que les obliga a hacer estas concesiones.
Según las instituciones tradicionales, los activos del sector cripto, al no estar controlados por el Estado, se convierten en elementos de riesgo para la estabilidad financiera.
El nuevo marco normativo entrará en vigencia en 2026, según confirmó la vicegobernadora del BoE, Sarah Breeden. La funcionaria agregó que la agencia escuchó y tomó nota cuidadosamente de todo el feedback de la industria y otros expertos antes de modificar estos lineamientos.
